Mary sólo quiere que la dejen tranquila, pero las animadoras, deportistas, consejeros y fantasmas no detendrán su acoso en ella. Cuando un nuevo chico empieza a estudiar en su instituto, él sorprende a Mary queriendo hacerse amigo de ella.
Eso es algo que pocas veces le ocurre al "monstruo" del instituto, pero sus habilidades inusuales pondrán una fisura en su amistad en ciernes cuando Mary tenga que decir tímidamente que su casa está embrujada, y no por el amistoso fantasma Casper, Mary tendrá que deshacerse del fantasma, frustrar al matón de turno, hacer sus deberes, y todo sin conseguir ningún castigo. Mary cree que ella puede hacer todo eso... excepto por la última parte.
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